Misiones

«¡Vete y dilo, esto es para todos!»

Éste mandato del Señor, grabado en el alma de la Madre Trinidad, en días de luz clarisima y vivencia profunda del misterio de la Iglesia, la dejó marcada con la necesidad imperiosa de llegar a todos los rincones del mundo, para cantar a todos cuanto Dios le había dado para ayudar a la Iglesia.

Y llega verdaderamente a todos; sobre todo en su oración de cada día ante Jesús en el Sagrario, pero también procura hacerlo a través de su Obra de la Iglesia.

En respuesta, con frecuencia, a la petición de Sres. Obispos de las cinco partes del mundo, miembros de La Obra de la Iglesia viajan en misión apostólica de varias semanas para organizar retiros para sacerdotes, religiosos y religiosas, o charlas y convivencias para seglares, adultos y jóvenes en sus propias diócesis.

Todo ello, con el único deseo y la ilusión de vivir y hacer realidad la vocación de La Obra de la Iglesia de ayudar al Papa y los Obispos en la revitalización y renovación del vivir de todos los miembros de la Iglesia.