Nuevo opúsculo: “¡Oh Jerusalén…!, Jerusalén querida!” y “El Solo”
Nueva separata, que contiene escritos de la Madre maravillosos para entrar en el sufrimiento de Jesús, con la misma Madre, esta noche y el día de mañana.
Nueva separata, que contiene escritos de la Madre maravillosos para entrar en el sufrimiento de Jesús, con la misma Madre, esta noche y el día de mañana.
«Tú que sientes necesidad de vivir, que vas buscando los placeres, la felicidad que sólo en Dios se encuentra, vive de esperanza en las verdades que la fe te presenta, y verás que se va encendiendo en tu ser un amor que te hará vivir una vida que ni la muerte natural ni el tiempo podrán quitarte»
«¡Día de la Asunción de Nuestra Señora…! Toda la vida de María, de la Virgen, fue una asunción que, al llegar el instante cumbre, máximo, repleto y total de su transformación en Dios, según su capacidad como criatura única, predestinada y creada para ser Madre del Verbo Infinito Encarnado por la voluntad del Padre, bajo el arrullo infinito y la suavidad sonora del Espíritu Santo, Consorte divino de la Virgen, que la hizo romper en Maternidad divina; se paró ante la posesión cara a cara, en la luz de la Gloria, de la Sabiduría Eterna en su inmutabilidad infinita…»
«María es un portento de la gracia, sólo conocido, gozado, disfrutado y saboreado por el alma-Iglesia que, trascendiendo las cosas de acá, es llevada por el Espíritu Santo al recóndito profundo del seno inmaculado de Nuestra Señora toda Blanca de la Encarnación»
«Cuando buscas a quien consolar, siempre lo hallas. Todas las almas están dispuestas a que las consueles, y entonces todas se entregan, todas se dan, todas se olvidan de sí, todas se enamoran. Pero, cuando Tú clamas buscando consuelo y, dejándolas en abandono para que te consuelen, buscas quien te consuele, no lo hallas».
«Todo lo que Dios tiene por naturaleza, tú lo tienes por regalo gratuito que, a través de tu Iglesia, Él te ha dado para que lo vivas en participación plena y felicísima como verdadero hijo».
«La vida de fe no es una cosa fría, ni de estudio científico; es toda la riqueza pletórica del Infinito, dicha a nosotros en un romance de amor. Todo lo que la Iglesia nos dice y nos manifiesta, continuando la canción del Verbo, es el tesoro de nuestra vida de fe. La fe es la que nos pone en contacto con Dios, porque es la que nos deletrea los misterios riquísimos de nuestro cristianismo».