«Es necesario que se ponga la teología al alcance de todos los hijos de Dios dándosela caldeada en el amor para que vivan en intimidad con la Familia Divina»
Publicaciones periódicas
PORQUE CREO EN LA VIDA ETERNA, ME ABRASO EN MIS NOSTALGIAS POR EL ENCUENTRO DEFINITIVO CON EL AMADO
«¡Oh Eternidad infinitamente santa, en la cual el alma pequeñina y sedienta de justicia y verdad se saciará cara a cara con las divinas Pupilas, en la contemplación de tu divina Faz...! ¡Oh Eternidad, Eternidad...!, eres la apetencia saboreable de mi alma desterrada, la necesidad urgente de todo mi ser desencajado en este lugar de mentira, de incomprensión, de dolor y de prueba... Eres tú, ¡oh Eternidad querida!, la necesidad, en saciedad, de mi alma enamorada y cautivada por la hermosura de tu rostro...
EL AMOR PURO EN EL CIELO
De tal forma hace Dios al alma ser Él por transformación, que ella es también el gozo de todos los Bienaventurados. Y como cada uno de ellos participa así de Dios y goza así de Él, resulta que, siendo Dios todo en todos, sólo hay un grito en el Cielo: gozarse en Dios, en que Él se es tan feliz en sí mismo, y en que Él es tan feliz al hacer dichosos a todos los Bienaventurados.
EL GRAN MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN
¡Oh naturaleza humana de Jesús...! Tan íntima y estrechamente se ha unido a ti el Verbo de la Vida, y tú a Él, en una adaptación como infinita, que sus más imperceptibles vibraciones repercuten en ti; siendo tu vivir y no pudiendo ser otro que el del mismo Dios Altísimo, ya que con Dios te has unido hipostáticamente en la persona del Verbo.
«Resucitemos con Cristo a una vida nueva»
Charla de la Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia, del día 6 de diciembre de 1965, titulada: “Resucitemos con Cristo a una vida nueva”